Cuarta carta. Aquí, dejando el seudónimo, se presentaron. Y para dar por terminada la colaboración se les pidió enviar una versión formal del encuentro con el otro, con las ideas ahora ampliadas y las formas trastocadas por este encuentro epistolar. Se trató de una despedida formal, utilizando las posibilidades que el formato de una carta de envío postal permitiera.